miércoles, 1 de julio de 2009

The Jackets en Artículo20


La revista Artículo20 es una publicación periódica hecha por estudiantes de la UVa, que toca temas universitarios, vallisoletanos y culturales. The Jackets encajaba dentro de las tres categorías. Y últimamente va cogiendo fuerza la sección de Páginas Musicales, cuyo título es plenamente descriptivo de su contenido.

Para el número de junio, Eva Garrido y yo mismo les hicimos una entrevista. A pesar de que el encuentro se produjo en marzo, múltiples contratiempos fueron retrasando su publicación, pero por fin salió, gracias al esfuerzo de los colaboradores y la directora de la publicación, María Juárez.

Ésta es la transcripción de entrevista casi tal cual aparece en Artículo20 (he correigo un par de gazapos que tirstemente se colaron):


SUENA THE JACKETS


Pop-rock made in Valladolid. De esta banda se ha dicho que son “la salvación del pop rock vallisoletano”, según la revista Mondosonoro.

Lunes. Nueve de la noche. The Jackets se reúnen para ensayar cuatro días antes de su próximo concierto. Al fondo del Café Vacceo, en la plaza de la Trinidad, una puerta de acceso privado y unas escaleras conducen al sótano del bar, donde varios grupos de música de Valladolid tienen sus locales de ensayo. The Jackets nos invitan a pasar a un cuartucho de nueve metros cuadrados al fondo del pasillo donde apenas caben la batería y los demás instrumentos, los amplificadores y sus cinco miembros.

¿Cómo definís vuestro estilo?
Pop Rock, aunque al principio teníamos “alergia” a la palabra pop, a que nos llamaran poperos. Algunos venimos de tocar en grupos de metal, de más tralla, pero según vas tocando te dejas influir por otros géneros y un día descubres que tocas pop. El rock del “pop rock” está ahí para suavizar.

Guille, Pablo, María, Eva y Migui tocan un par de canciones que les pedimos y responden a nuestras preguntas con buen humor, disculpándose por el poco espacio que hay en el local, el más pequeño de todos y cuyas paredes están decoradas con carteles de otras bandas y, de sus antiguos conciertos, uno de ellos con Mooncresta, “el mejor grupo con el que hemos tocado”.

En sus inicios eran cuatro y tocaban versiones de otros artistas, “como todos los grupos cuando empiezan”. Llegó la hora de subirse a un escenario y la formación todavía no tenía nombre. El Puto Esputo fue uno de los nombre que se barajó, “pero si nos hubiéramos llamado así, mi madre no me habría dejado venir a ensayar”, dice María entre risas.

Por entonces, The Jackets ya habían compuesto varios temas, así que grabaron una maqueta en el Espacio Joven del Ayuntamiento. “Fue toda una experiencia”, dice Guille; pero María, ovetense, compara las facilidades que se dan a los grupos noveles en su ciudad natal, “Por cinco euros en Oviedo puedes disponer de un local varias horas a la semana, con batería y todo”.
Poco después de sacar su primera maqueta, Beatriz Busto tuvo que dejar el grupo para irse de Erasmus, y fue entonces cuando entraron Migui (bajo) y Eva (voz).

¿Cuáles son vuestras influencias?
The Sunday Drivers y los Beatles.

¿Con quién os gustaría tocar?
Con Vetusta Morla. Yo pagaría por tocar con Vetusta Morla.

La respuesta de Guille desata una avalancha de comentarios. Cada uno dice con quién le gustaría tocar y a qué precio. “Tocaría con todo el mundo, la cosa es tocar, como si es con Isabel Pantoja o con Melody. Que cante los gorilas o que haga lo que quiera”, dice Pablo com
o colofón.


¿Creéis que tenéis algo especial?
Creemos que sí. Ninguno es un virtuoso de su instrumento, no tenemos las manos de Clapton, pero nos defendemos y empastamos muy bien. Destacamos porque hacemos algo diferente a lo que se hace en Valladolid.

Mientras afinan una guitarra, comparan su música con la de otros grupos de Valladolid. Confiesan que les gustan Stealwater, La Puerta Abierta, Extrañas Compañías, Los Batracios o Sidesónicos, el otro grupo de Migui. “Búscate tu propia entrevista”, le dicen a Migui riendo cuando nos interesamos por su otra banda.

Bromeando, les preguntamos si es cierto un rumor que afirma que comen murciélagos antes de los conciertos, a lo que responden entusiasmados con un unánime sí. “Migui al principio se negaba, pera ahora es abrir el tarro de los murciélagos y...”.

Viernes. Diez treinta de la noche, sala Wallaby. The Jackets salen al escenario. Eva se acerca al micrófono y, arropada por sus cuatro compañeros, arranca con las primeras notas de “Lost in the town”. Comienza el concierto. El gr
upo se encuentra encantado, una sala llena de varios amigos y otros muchos desconocidos se mueve al ritmo de la música e incluso algunos cantan sus canciones. Nada puede salir mejor, y es que, como ellos mismos dicen, “se agradece que venga gente por la música”.

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